DIARIO CLARIN
Tras 15 horas de tensión, finalmente se entregó esta mañana el preso que se había amotinado en el penal de Melchor Romero, en el partido de La Plata, y que mantenía como rehén a un guardiacárcel.
«Hace instantes se ha resuelto la situación. Se ha resguardado la integridad física de los rehenes y del interno», indicó César Albarración, subsecretario de Política Criminal del gobierno bonaerense, quien agregó que «se logró disuadirlo con que no era lo mejor» llevar adelante la revuelta.
Todo comenzó ayer, alrededor de las 19, en el pabellón 3 de la Unidad Penal 29 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), de Melchor Romero, cuando un interno –de apellido Sampietro- tomó de rehén a un guardia.
Sobre el amotinado, de 45 años, Albarracín señaló que tiene problemas psiquiátricos y que su principal exigencia era obtener “la libertad”.
Durante el motín, el preso estuvo armado con un «objeto punzante». Los negociadores mantuvieron constante diálogo con él hasta que finalmente cedió, levantó la medida y liberó al guardia.
Según reveló el funcionario bonaerense en declaraciones a radio Mitre, Sampietro es un preso con «una historia conflictiva», ya que cuenta con «varios delitos» entre sus antecedentes, como «un robo con homicidio y tenencia de arma de guerra».
En un principio había trascendido que eran tres los amotinados, sin embargo Albarracín confirmó que la revuelta fue llevada adelante sólo por Sampietro, ya que se determinó que «las otras dos personas eran ajenas» a la protesta.
PAGINA 12
El «motín» de un solo preso
Según el subsecretario de Política Criminal bonaerense, César Albarracín, lo que pareció ser una revuelta de varios detenidos finalmente se trató de la protesta de un hombre de 45 años y con problemas psiquiátricos, que durante 15 horas tuvo de rehén a un guardiacárcel y desistió luego de arduas negociaciones con la fiscal Virginia Bravo.
El detenido inició la protesta en demanda de mejores condiciones de alojamiento y, según varios medios, a él se había sumado una veintena de presos. Sin embargo, una vez finalizado el hecho, Albarracín precisó que hubo otras dos personas que lo acompañaron, que finalmente «eran ajenas» al episodio. «Hace instantes se ha resuelto la situación. Se ha resguardado la integridad física del rehén y del interno», dijo el funcionario y precisó que «el resto (del pabellón) estaba en una actitud expectante y no tuvo relación directa» con el hecho.
Además, indicó que al preso «le faltaban pocos meses» para salir de prisión y que todo se trató de «un pequeño motín». «Es una persona que ha tenido muchos conflictos, que tiene algunos problemas psicológicos, casi psiquiátricos», indicó.
El Problema Carcelario Argentino 